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Channel: Alba y el sexo
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Hoy celebraron el día de la mujer trabajadora

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Mujer obrera

Yo tengo en casa dos buenos ejemplos de mujeres trabajadoras: mi abuela y mi madre, además de tener un montón de tías que trabajaron toda su vida de una u otra manera, mejor o peor pero… nunca las vi presumiendo de feministas o de “mujeres trabajadoras”.

Hoy pasé por una fiesta que celebra este día, fiesta muy reivindicativa y todo eso y lo que vi allí fue a mucha “festivalera” pero de ahí a mujer trabajadora va un trecho bastante largo.

Aunque el día de la mujer trabajadora fue el día ocho de este mes hoy me crucé con una bonita manifestación, con pitos y pancartitas, había una que me llamó mucho la atención, rezaba algo así: “Que la Seguridad Social pague las compresas o… que corra la sangre”, o sea, esto era a modo de coña, más en serio había otra pancarta que llevaban dos transexuales en las que pedían operaciones de cambio de sexo “nosotras también nos sentimos mujeres” decía debajo. Creo que si, que la Seguridad Social debería de cubrir los gastos de compresas para algunas mujeres, al menos de las compresas más básicas a las más pobres, aunque claro, también pienso que deberían de cubrir las endodoncias, que al fin el dolor de muelas es muy doloroso y la endodoncia a veces más que necesaria se convierte en algo imprescindible, no conozco a nadie capaz de vivir con un dolor de muelas constante, vivir puede que si, pero la calidad de vida bajaría bastante. Se que ni me harán caso a mi ni a las chicas de la pancarta, posiblemente se lo hagan a los transexuales a los que ya en algunas comunidades autónomas les están sufragando (haya dinero o no para cosas más importantes) los gastos que conlleva su cambio de sexo.

Me fijo en las manifestantes y entre todas aquellas mujeres (y algún hombre) alguna será trabajadora, no lo dudo ¿pero a que le llaman ellas “mujer trabajadora”? me permito recordar a cualquiera que en general las asociaciones de este tipo no admiten a las putas como trabajadoras, eso por un lado, nosotras hacemos, según ellas, que la mujer pierda su dignidad. Ja, ja y rejá, para mi gusto la dignidad la pierde la chica esa que está repartiendo el periódico gratuito a la mañana temprano con un frio de muerte vestida de señal de tráfico y que con lo que cobra no le da para independizarse, es más, seguro que si alguien le preguntase diría que ese trabajo “es temporal”, avergonzada ¿de verdad defienden los derechos de esa pobre chica? ¿se preocuparon alguna vez por conocer el salario de mierda que cobra? Cuestión de gustos y perspectivas.

Veo en la manifestación a un montón de chicas-mujeres muy en plan hippy ¡a estas alturas! o sea, mal vestidas, sucias y desaseadas, rastas en el pelo lleno de mugre y algunas otras que no llevan rastras pero si mugre. También me fijo en la cabeza, donde van las de la gran pancarta que dice algo de la igualdad, algunas se ve que no se encuentran con la ropa sport que llevan, están más acostumbradas al diseño de Armani o Chanel que a los vaqueros, aunque sean Levi’s Strauss, les gusta más el blazer que  la chaqueta corriente y moliente tipo anorak o similar, sus manos no tienen un solo callo, sus uñas son de manicura y al pecho llevan chapitas de partidos políticos diversos y sindicatos ¿trabajadoras? ¿liberadas de sindicatos que no pegaron un palo al agua durante años? ¿presidentas de ONGs feministas que en la subvención tienen su sueldo sin trabajar mucho? No lo se, pero tengo la sensación de que de estas últimas hay unas cuantas, quizás la mayoría, posiblemente todas las que van a la cabeza, valientes, dando la cara.

Dia de la mujer trabajadora

No veo a ni una sola mujer con el rostro curtido de arrugas por trabajar durante años en el campo, no veo tampoco a ninguna con las manos agrietadas por las heladas y el frio mezclados con el cemento de la construcción, tampoco las veo fuertes y recias por el ejercicio físico ¿donde están las mujeres trabajadoras que no vienen a la manifestación a reivindicar todo lo reivindicable y un poco más?

Me acuerdo de mi abuela, jubilada, que siempre llevó su casa y a la que mi abuelo entregaba el sobre con el salario que ganaba y a partir de ahí… mandaba ella, algo para los gastos de él y el resto para la casa, que buena falta hacía, y además de trabajar en esa casa ayudaba al abuelo en las labores del campo cuando más faena había ¡y claro que el abuelo ayudaba en casa! ¡como no iba a ayudar! pues buena era ella, y cuando había que atender a los niños el abuelo ayudaba ¡qué torpe era para algunas cosas! y también ayudaba cuando había que reparar algo.

Y me acuerdo de mi madre, separada porque se enamoró de otro hombre y le dijo a mi padre hasta luego y me largo, porque tenía su sueldo como profesora de primaria y todos los días tiene que lidiar con un ciento de chiquillos chillones, y hoy no va a la manifestación porque a buen seguro que está sentada en su sofá favorito leyendo  algún libro, relajada, descansando, para afrontar una semana más a todos esos pequeños y alocados diablillos, se porque ella me lo contó que cuando hubo que reinvindicar algo no recurrió a asociación alguna “no resuelven nada”, lo hizo ella, por su cuenta y si le tuvo que poner las pilas a más de dos (a un director de cierto colegio y al jefe de estudios, por ejemplo) lo hizo sin mayor problema.

Y veo en un bar que hace esquina como sale la camarera, con la bandeja llena, a servir a la terraza, la camarera no le echa ni un ojo a la manifestación feminista, tiene que trabajar, se que cobra igual de salario que sus compañeros porque su jefe es más o menos justo y porque… lo se porque hablé con ella, ya mandó a la mierda a otros que quisieron pagarle menos, con un par… de ovarios.

Y me quedo pensando en por qué cuatro mindundis se arrogan la representación de todas las mujeres del mundo y se dedican a pretender defender nuestros derechos ¡un día al año! ¿qué hacen el resto del año? ¿donde están? Los derechos los tenemos que defender todas, todos los días, no dejarlo en manos de mujeres espabiladas (que no es lo mismo que trabajadoras) que se dedican a vivir del cuento y salir un día al año más de fiesta que por trabajo, y somos cada una de nosotras las que tenemos que pelear, con quien sea, como pelearon nuestras madres y abuelas, porque los hombres nos respeten, porque los empresarios no nos paguen menos y por que los gobiernos hagan las leyes adecuadas que faciliten todo eso.

mujer trabajadora

A esas mujeres de la manifestación, sobre todo a las que van a la cabeza, les importa un bledo nuestra suerte, lo único que están es deseando que termine este día, para ir a su casa de varios cientos de metros cuadrados, darse un baño para quitarse el olor proletario que se les pegó al juntarse con la “chusma”, ponerse su elegante bata y elegir algún modelito nuevo en el armario para ponerse al día siguiente, mientras piensan en ir por la mañana a la esteticien, por la tarde a comprar algo de ropa que le hace falta y…. bueno, a ver si a media mañana tiene tiempo de pasarse por el despacho y averiguar de cuanto será la subvención para el próximo año. A estas mujeres nuestra mala suerte, nuestra desgracia, las favorece, sigue pareciendo que son necesarias, incluso útiles para todas.

No nos sirven para nada, el día que las vea solicitando trabajos de los duros de verdad, o que alguna de las que dirigen esos cotarros viene de gremios como la albañilería, la construcción la pesca, etc. Entonces a lo mejor empiezo a confiar un poquito en ellas.


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